El olivar no es un simple cultivo, legado del bosque mediterráneo, su
aprovechamiento adehesado, extensivo y la gran longevidad que alcanzan los
olivos, favorece la presencia de una variada fauna y flora silvestre,
otorgándoles, a pesar de su origen antropógeno, un valor biológico.
En primavera, el olivar acoge un considerable número de especies
reproductoras, sedentarias o estivales.
En las ramas de los olivos diversas especies de pájaros construyen sus
elaborados nidos.
En las cavidades del tronco de los olivos, se reproducen diversas especies
de rapaces nocturnas como, el cárabo común y ocasionalmente la lechuza común y
el mochuelo.
Dicho microclima y la facilidad para encontrar alimento, anima la visita o
el establecimiento permanente de la fauna. Así, los olivares de Valdemoro
acogen numerosas especies de vertebrados, entre los que destacan las aves dada
la gran variedad de especies presentes y su facilidad de observación. También
mantienen poblaciones en estos olivares, mamíferos, reptiles y anfibios, aunque
su presencia no sea tan evidente.El zorro rojo, el conejo de monte y la liebre
ibérica excavan sus cubiles en los márgenes del olivar, penetrando en él en
busca de alimento.
Junto al tronco de los olivos o en las lindes que separan las parcelas del
olivar, algunas aves como la perdiz roja, e chotacabras cuellirrojo, la bisbita
campestre, la collalba rubia o la totovía hacen sus nidos . En los charcos
formados por las precipitaciones primaverales, ponen sus huevos el sapillo
pintojo, el sapillo moteado común y el sapo corredor.
También en el suelo del olivar o bajo las piedras y en los márgenes
incultos colindantes, entierran sus huevos algunas especies de reptiles, tales
como el lagarto ocelado, la lagartija ibérica, la lagartija cenicienta, la
culebra de escalera y la culebra bastarda.
En el verano, tras la reproducción, los olivares son visitados por ciertas
especies que no los frecuentan mucho el resto del año, pero que en esta época
buscan aliviarse del enorme calor estival, a su sombra. Así, no es extraño
encontrar a la avutarda, al alcaraván y al abejaruco común. Ya en otoño, los
olivares comienzan a poblarse de un considerable número de aves migratorias, al
ser uno de los pocos terrenos arbolados de las inmensas estepas que atraviesan
en su largo viaje hacia África, entre ellas son de mencionar el mosquitero
papialbo, el papamoscas cerrojillo o la tarabilla norteña.
También por estas fechas comienzan a asentarse las primeras aves
invernantes que buscan resguardo y sustento. Así, podemos observar insectívoras
como la curruca cabecinegra, la curruca capirotada, el mosquitero común la
torabilla común, el petirrojo, el estornino pinto , el sedentario estornino
negro, el zorzal común, el zorzal alirrojo , el zorzal charlo, el zorzal real y
el mirlo común que rebuscan invertebrados escondidos en el rugoso tronco de los
olivos, entre su copa y en el suelo o las aceitunas caídas o suspendidas en sus
ramas, dado el enorme valor energético de éstas, uno de los mejores alimentos
en esta fría época del año. Otras aves, típicas granívoras, como la paloma
torcaz, el pinzón vulgar y el lúgano, encuentran en los olivares un buen lugar
donde consumir brotes y semillas de herbáceas. Mientras, que la lavandera
blanca y la bisbita común exploran el suelo del olivar roturado en busca de
insectos, larvas lombrices y algunas pequeñas semillas.
El gavilán común acude a invernar a los olivares, atraídos por la gran
población de pequeñas aves invernales. En ocasiones, también el milano real
sobrevuela en invierno los olivares en busca de carroña y pequeñas presas.
Otras aves de presa que los emplean como territorio de caza a lo largo de
todo el año, son el ratonero común y el cernícalo común. Mientras que durante
el periodo estival son empleados como cazadero por el milano negro, el águila
calzada, la culebrera europea o el alcotán.
En cuanto a la flora, son innumerables las plantas que pueblan los
olivares, estando constituida por plantas arvenses, decir, plantas
características de medios agrícolas, donde predominan las especies
nitroheliófilas. La mayor parte son indiferentes al sustrato, como la
verruguera, la viborera y el mijo de sol...
Publicado por Jorge Lara.
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